¿Qué hacer ante un berrinche colosal?

Los berrinches tienen un ritmo vocal, cada emoción tiene sus propias características sonoras. Los picos de gritos y chillidos expresan enojo, mientras que los gemidos, quejidos y llanto, de acústica similar, expresan tristeza. Durante el clímax del berrinche, el niño expresa enojo extremo por lo que si intentas intervenir puede que solo consigas intensificar y prolongar el episodio.

Respira hondo, mantén la calma y espera a que tu hijo haga lo mismo, esto le mostrará que sabes afrontar la intensidad de sus emociones y sabrá que él también puede aprender a hacerlo.

Cuando los padres frecuentemente responden de forma positiva a las necesidades del niño, este desarrolla una conducta de búsqueda de atención positiva, está más dispuesto a colaborar y eso da como resultado menos berrinches.

Trata de evitar salir cuando tu peque esté cansado o tenga hambre; lleva contigo un juguete que no haya visto últimamente, te será de utilidad si te das cuenta que empieza a aburrirse o a portarse mal. La volubilidad de los niños es asombrosa, muchos berrinches se terminan con una simple distracción.