Querida mamá y querido papá: sabemos que no hay nada más desafiante que enfrentar un berrinche en público, especialmente en una tienda llena de tentaciones como los juguetes. Pero también sabemos que detrás de esos gritos y lágrimas hay un pequeño corazón aprendiendo a gestionar sus emociones. Este momento, aunque difícil, puede convertirse en una oportunidad para enseñarles habilidades importantes que les servirán toda la vida. Con un poco de paciencia, planificación y amor, podemos superar juntos estos retos.
1. La magia de anticipar el momento Antes de entrar a la tienda, tómense un momento para hablar con sus pequeños. Explíquenles de manera sencilla y amorosa por qué están ahí. Por ejemplo: "Hoy vamos a comprar un regalo para el cumpleaños de tu amigo" o "Solo venimos a mirar y a hacer una lista de tus juguetes favoritos para otra ocasión". Cuando los niños saben qué esperar, se sienten más tranquilos y menos propensos a frustrarse.
2. Ofrece opciones para darles sentido de control Una de las principales razones por las que los niños hacen berrinche es porque se sienten sin control. Ustedes pueden ayudar ofreciendo pequeñas opciones. Por ejemplo: "Hoy no vamos a comprar juguetes, pero puedes elegir uno que te guste mucho para poner en tu lista de deseos" o "¿Te gustaría ayudarme a elegir entre este juguete o este para tu primo?". Esto les permite sentirse involucrados y valorados.
3. Reconoce sus emociones, incluso si no estás de acuerdo Si llega el momento de frustración, recuerda validar cómo se sienten. Pueden decir algo como: "Entiendo que te sientes muy triste porque querías ese juguete, es difícil no poder llevárselo hoy". Validar no significa ceder, pero sí ayuda a que ellos sientan que su emoción es vista y respetada. A partir de ahí, pueden redirigir su atención: "¿Te gustaría ver otro juguete interesante o venir conmigo a buscar lo que necesitamos?".
4. Preparen un “kit de distracción” Una pequeña estrategia que puede hacer maravillas es llevar algo que los entretenga en esos momentos difíciles. Puede ser un juguete que ya tienen, un libro, o incluso un pequeño refrigerio que les guste. Este "kit de distracción" les da algo positivo en qué enfocarse y reduce la probabilidad de un berrinche.
5. Celebra los pequeños logros juntos Por último, no olviden celebrar los momentos en los que las cosas salgan bien. Pueden decir: "Hoy hiciste un gran trabajo esperando tu turno y escuchando. Estoy muy orgulloso de ti". Estos pequeños refuerzos positivos ayudan a construir una experiencia más tranquila para la próxima vez.
Queridos papás, recuerden que nadie es perfecto y que criar a un hijo es un viaje lleno de aprendizajes tanto para ustedes como para ellos. Con amor y constancia, estos desafíos se convertirán en recuerdos que los ayudarán a crecer como familia. ¡Ustedes lo están haciendo increíble!